Tips para ir menos estresado al Cole con los niños (Mindfulness parental)

Paz y bien.

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La semana pasada di una charla taller sobre Mindfulness en el Colegio de mi hija. Otras A.P.A. se han interesado por ello. Casi nadie sabe lo que es pero como que entienden que es para estar más relajados.

Yo tengo ya preparada una guía para tratar los puntos más interesantes y prácticos. De hecho verás que te puedes descargar gratuitamente un ebook aquí en la página del blog y de la web www.mindfulnessdemujer.com titulado: Mindfulness en 12 actos cotidianos.

Mi duda era si seguir la guía de este ebook o buscar algo más cercano a lo que podemos necesitar los padres (sobretodo madres, que es lo que se ve todavía) para ir bien al Cole, a recoger o entregar a los niños. La otra opción era hablar de mindfulness para padres estresados.

Me decidí a hablar de los dos temas:

-¡Cómo venir menos estresados al Cole! (referido a papás, no a los alumnos en este caso)

-¡Cómo entregar y recoger a los niños ATENTAMENTE!

Me gusta centrar a las personas que vienen a estas conferencias, me presento en silencio con una amplia sonrisa, como un emoticono, mirando a cada una a los ojos. Digo cada una porque hay amplia mayoría de mamás y abuelas.

Me ven respirar con tranquilidad y como si fuesen niños imitando a su profesor terminan respirando y sonriendo.  No saben que es una manera de quitarme los nervios. Trucos que desarrolla muy bien mi amiga Noemí Feliú con su programa “Supera tu miedo escénico” Y EN ESTE EBOOK QUE TE REGALA: Descárgalo aqui!! http://ow.ly/TKxBV.

Si lo típico es hablar de mí y de lo que es el mindfulness o lo que vamos a hacer en la charla taller, pues yo rompo un poco los esquemas, realmente no soy tan importante. Me ha costado un riñón y unos años el controlar el ego en estos quehaceres. Jejeje. Me río porque mi coach cuando lea esto dirá, al menos mi trabajo está bien hecho. Que no sé si lo leerá pero también me da igual.

Me acuerdo ahora del dicho zen aquel cuando un alumno le preguntó a su maestro:

-Maestro ¿antes le dolían las piernas al meditar, se distraía mucho?  ¿Y ahora?

-Ahora me siguen doliendo, me sigo distrayendo pero NO ME IMPORTA.

Pero lo habitual es saber las expectativas con las que vienen las personas a estos actos, porque su ego y su mente les piden explicaciones cuando toma la decisión de meterse en un berenjenal como éste. La mente y el ego saben que van a ser atacados sin beberlo ni comerlo.

¿Por dónde comienzo?, sencillo, pregunto:

¿Por qué estás aquí?

¿Para qué has venido?

¿Qué te quieres llevar de la charla taller?

Es importante que si estás leyendo esto también puedas contestar mentalmente a estos interrogantes.

¿Qué querrías llevarte del post? Si no he cubierto tus expectativas tienes la zona más abajo de Comentarios y puedes decir lo que creas conveniente.

Como la gente quiere saber qué es eso del mindfulness, uno tira de la definición de Jon Kabat  Zinn, que es la más completita

<<Mindfulness o Atención  Plena  significa :
prestar  atención de manera consciente
a la experiencia  del momento presente
con interés, curiosidad y aceptación. >>

para rematarla con mi versión de lo que es mindfulness, al menos como yo lo entiendo, que es un entrenamiento de la atención en las cosas cotidianas sin juicio, en el presente.

Cuando a los papás a continuación se les pregunta “cómo estáis, qué sentís”, surge un río de cosas como estas:

*Estoy de los nervios. Los niños, el marido, el trabajo….uf.

*No me centro.

*No tengo tiempo.

*No rindo.

*No descanso.

*Voy estresado.

*No me doy cuenta, y “la cago” muchas veces.

¿Te suena? ¿Estás en la misma o parecida onda? Bueno, entonces hacemos un Stop, que es primer regalo Mindfulness que os vais a llevar, les digo. Esto que parece que hablo para los demás te lo digo a ti directamente lectora o lector de este artículo.

stop mindfulness

Ahora ya estamos entrando en materia y vuelvo a preguntarles. Eso es por defecto de Terapeuta, que preguntamos mucho. De hecho debe ser bueno porque la gente se da cuenta de cosas que si no se las preguntan y las contesta, se dan cuenta de que lo hubieran dejado pasar ¡Qué cosas!

Aquí ya hablo de cómo venir menos estresado al Cole. Pregunto:

¿Cómo habéis venido aquí?

¿Cuántos en coche y cuántos andando o en transporte público?

Y las personas se sorprenden cuando les hago la pregunta remate: ¿Cómo os encontráis? Parece una tontería pero a veces estamos tan perdidos que no nos encontramos. El tema tiene retranca porque evidentemente hablo de sensaciones y sentimientos y prohíbo que me digan sólo “bien”, “mal”, “regular”, porque eso es no decir nada, escurrir el bulto y de lo que se trata es de darse cuenta, de atendernos para atender a los niños en su entrega o recogida en las aulas o zonas definidas por los tutores y profesores.

Podemos remontarnos al desayuno para ver si ya hay estrés antes de subirse al coche, al bus o salir por la puerta de casa. En este caso hay que tomar el punto de partida de control de estrés cuando montamos a los niños en el vehículo, por ejemplo, verificar a conciencia si están seguros en sus asientos y un beso (que nunca están de más) y si ya despiertan las endorfinas, mejor. Luego se puede ir hablando del plan del día o jugar a las palabras encadenadas o rimar frases en castellano o en el idioma que se esté estudiando.

De este modo el papá o mamá estará entretenido/a y atento/a a los niños, hay poco espacio para lo que se hará después. Es obvio que no se usa ni el móvil, ni el guasap, haya atasco, semáforo o lo que sea. Es mejor evitar el uso de máquinas para comunicarse cuando la oportunidad la pintan parda para hablar bis a bis aunque sea mirando de reojo por el retrovisor a los retoños, talluditos o no..

Suele ser complicado parar cerca de los colegios por lo que aparquemos o estacionemos, mal o bien, las prisas nunca fueron buenas. Hay ritos que yo no voy a enseñar porque los padres me los contáis en las charlas y son bastante comunes después de sacarles del coche y acompañarles hasta donde sea preciso y conveniente. Un abrazo, un beso, una palabra de ánimo….todo eso que necesitamos los mayores, los papás y que no hacemos habitualmente. Yo invito a que hasta que los perdáis de vista o estiméis oportuno esa compañía visual, te vea el niño o no, es sostener una sonrisa, que te hace más guapa y feliz, e insisto, impide que entre el mal rollo, una sonrisa respirada de toda la humanidad salvaría al mundo de cualquier hecatombe o acto terrorista.

Este es el momento en la charla que me fijo quién tiene el gesto más serio, preocupado, triste… y le pido por favor una sonrisa como la de la Monalisa. Produce un parón, ojos arriba a la derecha y a buscar el referente de la sonrisa. Deben ser unos segundos pero como que cambia a la persona. Y ya dependiendo del rictus de cada cual puede hacer el ejercicio de conseguir una mariposa con la boca o un lifting de bienestar.

Me dijo una madre, “me cuesta porque a veces me quedo enganchada, pillada por una situación, un conflicto o algo pasado en la casa con la pareja o los niños o ya del trabajo, y no puedo hacer ni la mitad de las cosas que dices”. Ah bueno, entonces lo que necesitas para otras veces es saber que te puedes tomar una soda, le dije yo. Queda como muy americano, poco español (yo echaba soda al vermú hace mucho tiempo), pero ya estás viendo algunos enfoques mindfulness a los que se les pone estos nombres para que calen y se queden instalados en nosotros para su uso cuando toque.

soda mindfulness

Le decía, si lo que te ha pasado es que cuando quitas la llave del contacto del coche, antes de salir para entregar/recoger a la niña, sientes que vas a explotar, lo mejor es tomarte la S.O.D.A. y sonreír ya “refrescada”. Vale tanto para esas situaciones como cuando te das cuenta que estás haciendo las cosas en piloto automático, sin poner tu vida (corazón y alma) en lo que dices o haces.

A veces lo que nos pierden son los automatismos, y conviene poner de vez en cuando consciencia en ellos. Eso es un ejercicio de mindfulness que los que meditamos normalmente verificamos en cada sentada. Ocurren cosas parecidas y en presencia, dándonos cuenta dejamos ir y diluirse.

Igual que dice el Dalai Lama

«Sólo existen dos días en el año en que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y otro mañana. Por lo tanto hoy es el día ideal para amar, crecer, hacer y principalmente  vivir».

Yo digo que hay dos momentos en los que no se puede hacer nada, uno se llama antes y otro después. Si te quedas en el ahora podrás hacer y decir algo que luego el ego te valorará y de lo que habrá aprendido…pero que “a ti te quiten lo bailao”. En el caso que nos ocupa, estás con tu hija/o acompañándola/e a donde tú crees que van a completar lo mejor de la educación de la que tú (y tu pareja) eres responsable. Eso te da seguridad y tranquilidad ¡aprovéchala! Encuentra en el aquí y ahora todo el poder para enfrentar y vivir tu día.

He hablado de una persona que va y viene en vehículo privado, si es bus o andando hay una cosa que se puede hacer y es muy sano a nivel de energía y de centramiento, y es andar consciente, atento a los pasos, la zancada, a la mano que coge la del niño, a lo que dice, grita o canta. Se puede jugar con el niño a parar y respirar conscientemente, e igual que te preguntas cómo estás ahora, o qué ha pasado, preguntarle a él para que ya se eduque en el sentir, en el parar, en el hacer un stop, en contactar con el silencio de la quietud. Mi hija se lo pasaba muy bien, sobre todo cuando la parada coincidía en un charco y saltaba. Ahí el grito de ¡niña!…era la manera de tomar conciencia de que importaba poco llegar luego al trabajo manchado o no. Recuerdo a Harrison Ford en “Armas de mujer”, abriendo una camisa nueva y lavándose los sobacos con la camisa sucia. Yo me decía, este es un tío con recursos, previsor. Eso sí ¡Atento! con sus clientes. Como atentos hemos de ser con nuestros primeros y más preciados clientes: los hijos, a los que vendemos una vida y nuestra atención y presencia…y amor. Habrá quien me critique por el uso mercantil de los hijos pero analiza bien qué haces permanentemente: vender y negociar. A ver si yo voy a ser el tipo extraño. Continuo con el relato.

Si después de ese salto sobre el charco, para parar y respirar y sentir, mi hija y yo hubiésemos desaparecido por una bomba atómica o un atentado, lo que nos hubiéramos llevado era la felicidad de vivir el presente intensamente.

Podría seguir hablando de alguna cosa más, pero la charla (y el post) está llegando a su fin. Sólo decir que lo que se suele hacer en estos casos es relajar a los padres, enseñarles otra forma más de relajarse. Como están sentados, que es lo habitual cuando después de dejar/recoger los niños van a hacer, les indico lo que yo suelo llevar a cabo a diario: cómo cerrar los ojos y sentir el cuello, sentir el pompis en el asiento (cualquier tipo de silla en cualquier sitio), luego el tobillo derecho,  a continuación el juanete o rozadura en el pie izquierdo, seguidamente les digo que pongan la atención en el contacto del tejido con sus muslos, o lo que sienten en sus omóplatos, o el gesto suelto que tienen ahora en la frente, para bajar la atención al ombligo, y se dirijan a la costura de la braga/calzoncillo en la zona del coxis, para pasar a dar un masaje mental en las rodillas, dirigiéndose al pecho y al sentir de su palpitar, y de ahí a las fosas nasales donde contar cinco respiraciones profundas sintiendo cómo sale el aire al exhalar. 

La verdad es que se queda uno fenomenal. Unos padres me dijeron que les gustó esta forma de relajarse sin seguir un circuito establecido. A ellos ya les había dejado de funcionar porque era todo previsible y terminaba en automático. Me alegró saber que esta forma tranquila de exploración del cuerpo y sus sensaciones para relajarse surtía el efecto deseado.

Acabo con la meditación y/o respiración consciente ideal para tratar el estrés. Es la respiración cuadrada o simétrica que regalo para que la practiquen siempre que puedan o sientan que les viene el estrés. (esta es la diapo de la presentación en el Cole). Es un entrenamiento que recomiendo sea diario para tenerlo como recurso a mano.

respiracion antiestres

Gracias.

P.D.: Este post es de uso y disfrute para ti tanto si llevas o recoges los niños en el cole como si realizas cualquier otra actividad antes de ir al trabajo (la búsqueda del trabajo está incluida).

Y con esto y un bizcocho pasaremos estos días más atentos al niño que llevamos dentro… y entregamos a este mundo…de consumo de energía.

Acabo con este poema de mi libro de poemas Puente la Vía, que es una relajación poética

me lleva  a la paz

Miguel Ángel Cervantes Almodóvar

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