Paz y bien. Me está costando mucho escribir este post. Estaba dando vueltas sobre un tema que me sugeristeis, en un comentario del blog, una de vosotras. No fluía. Y no me apetecía nada, no me motivaba, no encendía mi chispa en estos días.
Si a esto sumamos la presión auto-impuesta porque llevo más de quince días sin escribiros nada; y surge el saboteador que me recordaba que estaba faltando a mi compromiso de dos post al mes… Como que la cabeza no está donde supuestamente tendría que estar, es evidente.
Este mes que estoy de vacaciones, el calor del mediodía y media tarde la paso al fresco…de un aire acondicionado en el hogar de la playa. Me pongo a leer mientras la tele está de fondo. Supuestamente estoy de vacas, no contaba con que si se está desconectado, se está desconectado.
Cuando me había cansado de leer me quedé enganchado a una teleserie española. Estaban despidiendo a la dependienta de una droguería/perfumería. La joven tenía aspiraciones en el mundo del espectáculo. Se había ido a París para hacerse un reportaje fotográfico, no había pedido los días libres correspondientes, llegó tarde al trabajo disculpándose con el jefe pero…, tarde.
El jefe la aprecia como buena profesional en su puesto de trabajo, además valora su buena imagen para el negocio, es una chica guapa y eficaz. Pero los valores de la empresa exigen dedicación y entrega total. Aquí el jefe se da cuenta que ha tropezado con las legítimas aspiraciones de la empleada. Decide facilitarle el paso de elección por su sueño.
<<No estás al cien por cien con la empresa, estás con la cabeza en los escenarios, sintiéndote cantante, diva del espectáculo, porque lo haces muy bien y es lo que siempre has querido>>, le dice el jefe que le argumenta que desde hacía tiempo no tenía la cabeza en el negocio y sí en el show business.
Esta situación de no estar con la cabeza en lo que se está, a veces pasa en las relaciones. Con dos situaciones: cuando no se ha cerrado el duelo de una separación o ruptura. O qué decir si tú o la otra persona no está dispuesta a un compromiso mayor en esa convivencia.
Una está con la cabeza en otra cosa o en otra persona, lo mismo que en una ilusión. A mí me encanta el bolero cantado por El Cigala que habla de estar con dos a la vez, y no estar o acabar loco.
Yo me he dado cuenta que este post está fluyendo porque me toca mucho, me está pasando ahora, que tengo la cabeza en otra cosa y no en este blog. No en ti. Lo reconozco. Y me he dicho ¿cómo reconvertir esta circunstancia?
Estoy de vacas con mi hija y prefiero el no hacer, el demorar o saltar una planificación. Prefiero dedicarme a mí y a mi familia que no a vosotras. Esto me trae un dilema moral. Pero para daros lo mejor de mí sé que he de estar al cien por cien dedicado. O como mínimo tengo que estar bien, encontrarme centrado en algún momento.
Me había dado cuenta que me he ido relajando en lo de la meditación estos días también. Y en cuanto he recuperado la costumbre sana de estar un rato conmigo mismo en el silencio, he visto claro qué escribiros.
He recordado lo que escribía Pablo D´Ors en su Biografía del Silencio:
<<Cuanto más observas, más aceptas: es una ley matemática, aunque familiarizarte con ella podrá costar más o menos. Al sentarse en silencio se obtiene un espejo de la propia vida y, al tiempo, un modo para mejorarla. La observación, la contemplación, es efectiva. Mirar algo no lo cambia, pero nos cambia a nosotros>>.
Mi lectura después de un poco de mindfulness (atención plena en el aquí y ahora sin más ocupación ni preocupación) hablaba de Templanza y me ha aclarado un poco la cabeza la frase de Victor Frank:
<<cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos>>.
Esta es la situación: os tengo en el pensamiento, os llevo en el alma pero cogidas con alfileres. Tengo un proyecto que estoy a punto de sacar a la luz y me pierdo en los facebook, pierdo el tiempo. Reconozco estas sombras, me doy cuenta que tengo la cabeza en otro sitio y me pongo en acción.
Ya sé que es una forma de hablar eso de “cambiarnos a nosotros mismos”. Para mí el cambio está en la atención, en el darme cuenta de lo que es mejor para mí, sin influencias externas. Este blog y post no pretende que cambies, pretende que te des cuenta de ti y de lo que realmente quieres ser y hacer, conectar con tu yo más íntimo (este tanka me aclaró cuando lo compuse).
Pongo el enfoque
De mi atención ahí
Con intención,
No de dar luz ni sombras,
Ser en presencia dedo.
Yo qué he hecho en esta situación de TENER LA CABEZA EN OTRO SITIO. En estos poemas (tankas) te muestro el camino del proceso de vuelta del hijo(cabeza) pródigo. Por cierto bella lectura de esta espiritualidad del occidente nuestro que vendría bien releerla desde esta perspectiva, es reveladora porque muestra los dos hemisferios, los dos polos, los saboteadores del bienestar. Te pongo el enlace de la Parábola del hijo pródigo, por si te da por leerla en este verano.
Bueno, estaba diciéndote que te pongo en estas imágenes
las claves
con las que he vuelto a poner la cabeza aquí y ahora con corazón y alma, poniendo un poco de inteligencia transpersonal:
1.-Acepto lo que me pasa:
2.-Conecto con mi centro:
3.-Descubro lo que hay:
4.-Amo y comprendo lo que pasa y a quien le pasa(a mí):
5.-Atravieso la situación:
6.-Avanzo teniendo en mente el famoso lema de que “no hay nada imposible”:
7.-Integro lo que descubro en este camino:
8.-Renazco y vuelvo al sendero:
Este proceso de “cambio”, de volver a poner la cabeza en su sitio quiero dejar claro que no supone una transformación automática y total. Con el tiempo he aprendido lo que nos decía Raimon Samsó en alguno de sus libros:
<<Lleva a cabo pequeños cambios sostenidos en el tiempo y obtendrás resultados extraordinarios>>.
Al comienzo hablaba de que no es preciso ponerse y decir “voy a cambiar”, “voy a luchar contra lo que me pasa”, “voy a vencer estos defectos, esta mala cabeza”… ¿Qué voy a hacer? Pues acabo con lo que aprendí de Sócrates, y que hasta ahora me ha llevado a un bienestar y una paz con la que siempre he soñado en este camino de pulimiento, del que hablan los místicos. Dice el filósofo griego:
<<El secreto del cambio es enfocar toda tu energía no el luchar contra lo viejo sino en construir lo nuevo>>.
Gracias. Buen verano
Miguel Angel Cervantes Almodóvar