LA NUEVA MUJER -SI ESTÁS CANSADA DE LUCHAR.
La nueva mujer está conectada desde su silencio, amor, libertad y responsabilidad.
Sólo cuando estamos desconectadas de nuestro faro interior, nuestro centro, núcleo y sabiduría es cuando vivimos la carencia.
Deambulamos desde el rol de la lucha y la competencia, anhelando lo que el otro tiene y despojándonos de nuestra auténtica dimensión.
Sólo si estás cansada de luchar vas a transitar el camino para recuperar ese núcleo en el que conectar con el silencio y revelar tu grandeza.
Empezarás a dar y posibilitar paz y amor desde el lugar en el que permanecer.
Las posibilidades que te da el amor a la vida y lo que te rodea, te ofrece la grandeza que sólo posees tú y que te es mostrado como legado mágico.
Permite que la experiencia se de sin tensión, sorpréndete en tu silencio.
Nos deslizamos hacia un matriarcado como respuesta a la insatisfacción que sentimos en nuestra desconexión con nosotras mismas.
Quedamos confundidas entre el empoderamiento y la guerra contra el mundo, los hombres, las otras mujeres y nosotras mismas.
Nos volvemos castradoras minimizando el valor de aquello que es diferente a nosotras y en consecuencia nos empobrecemos.
El matriarcado al que sutílmente estamos volviendo excluye al varón de las decisiones y actividades con las que generar un mundo en paz.
Esta exclusión va produciendo una desestabilización en nosotras, manteniéndonos permanentemente insatisfechas.
Esta figura de empoderamiento lleva consigo una tortura encubierta hacia la mujer.
Transmite castración en sus acciones, palabras hirientes que lastiman, minimizan y ridiculizan a los hombres.
Arrojan sobre ellos sus quejas y malestar utilizándolos en lugar de vivirlos como compañeros de aprendizaje en la vida.
Permanecer en tu foco y el presente, conectada con tu interior, tu respiración, las señales de tu cuerpo, emociones y silencio te EMPODERA DESDE EL AMOR.
Volver nuestra mirada hacia afuera creyendo no llegar por nuestra condición femenina y rechazarnos con la falsa embestida de la igualdad es una de las fuentes de malestar que sostenemos.
Nos convertimos en luchadoras incisivas hacia lo otro, confundiendo los papeles desconectando y masculinizándonos.
Corremos el riesgo de vivir los mismos pasos vividos sobre nosotras y utilizar al otro como objeto consumible de una transacción en cualquiera de los aspectos imaginables.
Nos mutilamos como amazonas para luchar contra nuestro compañero, hijo, jefe, trabajo, familia e incluso amistades.
Sólo nos queda la insatisfacción y el agotamiento que produce estar desconectadas del amor que nos sostiene.
Ahora toca tomar una visión más integradora que podemos reconstruir, en la que se aúnen nuestras fuerzas y diferencias para tomar juntos decisiones y sanar nuestras relaciones.
La nueva mujer tiene que soltar las memorias de dolor, abuso y abandono tanto matriarcales como patriarcales, de lo masculino como de lo femenino y así recuperar la libertad de nuestro ser.
Soltar y dejar de luchar para ACEPTARnos como parte de la vida.
AceptándoNOS como MUJER creadora, alquímica, nutricia y responsable de todo lo que vive como un reflejo de nuestro mundo interno.
Aceptando y responsabilizándonos como parte de un entorno en el que compartimos hombres y mujeres.
Sonriendo y agradeciendo a la vida por lo que ya se te está ofreciendo al mostrarte lo que para tí permanece inconsciente para que lo puedas alquimizar.
La nueva mujer es TRANSFORMADORA y sana cada una, desde su propio espacio, en colaboración con su entorno.
Facilita que el hombre se reconcilie también con su propia esencia al igual que nosotras transformamos nuestra energía, para poder encontrarnos.
Si estás cansada de luchar con una enfermedad, cansada por ser una buena madre, de luchar por un aumento de sueldo, porque tu pareja no te atiende como tú quisieras.
Pon atención a qué es lo que estás decretando desde tu logos, tu lenguaje, tu palabra. Observa cómo utilizas tu lenguaje hacia tí, tu entorno y tu experiencia.
Cuando cambias el lenguaje que utilizas hacia tí misma todo empieza a transformarse en tu experiencia.
y en lugar de luchar ¨por¨, agradeces lo que te trae la vida.
Agradecer la alquimia de los elementos que empoderan la vida a través del amor y reflejarlos en tu lenguaje.
Cuando abandonas el rol de guerrera para acuñar el del amor:
- La abundancia física, emocional, mental, espiritual y económica aparece en tu vida transformándose en salud y alientos de vida.
Tu respiración, esas inspiraciones y espiraciones son soplos de vida que nos conectan con el faro interno.
Agradecer a la vida la intuición, sabiduría que hay en tí y conectar con la mujer amante interior, amante de la vida, amante de ti misma, de tus sueños y de lo que te rodea.
Esta nueva edición femenina conoce cómo marcar límites en equilibrio soltando la rigidez de la que se ha apoderado para agradecer los regalos que la vida le da.
La mujer guerrera te dice TÚ PUEDES, acabando exhausta.
La nueva amante pone límites amorosos sabiendo decir NO cuando su cuerpo se sabe cansado, desde el amor a su tiempo, su cuerpo, su empleo o profesión y su familia.
La versión que hemos de lograr:
- Escucha su cuerpo desde su foco en la serenidad, el silencio.
- Aprende a conectarse con este lenguaje y sigue los ritmos que le va marcando en el descanso, alimentación, ejercicio e higiene.
- Escucha la energía que es su medicina.
Práctica:
Centra tu atención a tu respiración sin determinar cómo debe ser el ritmo.
Ve despacio sin prisa, atendiendo si hay alguna parte de tu cuerpo que esté en tensión, detectando si hay molestia, dolor.
Acompaña este escaneo con tu respiración.
Si detectas incomodidad, tensión, dolor… en alguna parte de tu cuerpo, dedica atención a la zona.
Practica varios ciclos de inspiración y espiración hasta que observes un cambio.
Si se alarga la incomodidad en el tiempo.
No prolongues la práctica y continúa con el escaneo, probablemente acabe disolviéndose con el cambio de atención hacia otro punto del cuerpo.
Puedes ayudarte de un pequeño movimiento corporal que recoloque el mismo y te haga sentir comodidad.
Centra tu atención para poder trasladar las pequeñas sensaciones de incomodidad.
Detecta cuándo debes parar o cambiar de actividad y no las lleves a extremo.
Esta práctica puedes realizarla varias veces al día, recomendada antes de levantarte de la cama y al ir a dormir.
Te dejo este audio que espero te sea útil, puedes descargar y escuchar en tus actividades diarias
Muchas gracias
María del Amparo Hoyo Serrano.
Psicóloga sanitaria
Instructora de Mindfulness