Cómo instaurar el hábito de prestar atención en Mindfulness, es quizás una de las primeras tareas a las que nos tenemos que enfrentar cuando iniciamos la práctica.
Nuestro cerebro está diseñado para ahorrar tiempo y siempre tiende a las respuestas conocidas.
La sencilla práctica del Mindfulness se ve truncada por la dificultad de instaurar el hábito de la atención, y más aún si la actitud a sostener es la no interpretación de aquello que estamos observando.
Generalmente nos invade un sentimiento de sin sentido o ridículo cuando nos ponemos a realizar la hazaña de practicar y observar nuestra respiración.
Os invito a tener en cuenta esta serie de ejercicios para aquellos que estáis empezando en el mindfulness y que he encontrado de gran ayuda para los que no tenéis una experiencia en meditación, yoga o cualquier otra técnica de introspección y sin embargo estáis interesados en beneficiarse de las bondades del mindfulness.
- Observación de un objeto, pelota de tenis. Te invito a que realices el ejercicio en dos tandas; el primer día con los ojos abiertos y con una pelota de tenis en la mano. Fija tu atención en:
- Peso
- Temperatura
- Tamaño
- Textura
El ejercicio debes realizarlo 3 veces al día y con no más de cinco minutos de duración.
Acentúa la atención en las sensaciones que te ayudan a determinar los cuatro puntos indicados arriba y grábalos en tu mente.
A partir del segundo día, puedes realizarlo con los ojos cerrados para ayudarte a no dispersar la atención y realiza este mismo ejercicio sin la pelota intentando recordar las sensaciones que obtuviste acerca de los cuatro puntos.
Igualmente, realízalo al menos tres veces al día.
- Enumera mentalmente objetos: Este ejercicio también es para realizar tres veces al día con una breve duración de no mas de cinco minutos.
Consiste en elegir una esquina de una habitación conocida para tí y enumerar los objetos que puedas recordar de la misma.
No se trata de insistir, si no has conseguido todos los objetos, sino de ir ampliando el hábito de prestar atención con suavidad y a un ritmo natural.
Puedes ayudarte de una libreta para realizar el ejercicio y posteriormente comprobar el número de objetos recopilados y observar qué va sucediendo.
- Práctica para ir a la cama: Esta práctica sólo se practica por la noche antes de que te invada el sueño.
Recorre en orden inverso todos los acontecimientos que han acompañado tu día.
Empieza por lo último que has realizado, que será haberte metido en la cama, y sigue en ese orden hasta conseguir recordar lo primero que hiciste en el día, que sería abrir los ojos cuando te despertaste.
Observa cómo se va ampliando la cantidad de elementos que eres capaz de recordar conforme la práctica se va instaurando.
No dediques mucho tiempo a este tipo de ejercicio, se trata de adquirir fluidez y agilidad. En ningún caso se trata de que rectifiques, si dudas si una cosa sucedió a la otra o viceversa, pasa a la siguiente acción.
Espero que te sea de utilidad esta pequeña recopilación de ejercicios de atención.
María del Amparo Hoyo Serrano
Psicóloga sanitaria.
Instructora de Mindfulness
.