LA SEXUALIDAD y la relación con nuestros hijos

La sexualidad es una expresión vital de nuestro SER y  un aspecto trascendental en la evolución y desarrollo saludable de los seres humanos y por ende, nuestros hijos.

Conseguir que la sexualidad sea vivida de manera integradora y no sólo que esté ligada a la genitalidad, es un aspecto imprescindible para el equilibrio emocional, espiritual y psíquico para cualquiera de nosotros.

La sexualidad de nuestros hijos despierta las inseguridades y temores velados de nuestra historia.

Esta etapa es una oportunidad para realizar un trabajo interior que posibilite sanar viejas creencias, incertidumbres o experiencias y abrir un nuevo camino en el que desarrollar experiencias saludables en los jóvenes.

 

El mindfulness posibilita el trabajo desde la observación de qué aspectos en nosotros mismos aún están produciendo malestar entorno a nuestra sexualidad.

Cuando reaccionamos de manera intolerante, nos disgustamos o inquietamos de manera persistente ante las preguntas o actitudes de nuestros hijos, nos está reflejando algún aspecto interior que aún no ha sido abordado en su totalidad.

Nuestros miedos, inseguridades, vergüenzas  o no comprensiones al respecto afloran en esta etapa que ensordece en la mayor parte las relaciones entre padres e hijos.

Hablar de la sexualidad desde aspectos más amplios como son la manera en cómo nos relacionamos con nuestro entorno, nuestro cuerpo, nuestras aspiraciones, sueños y relaciones o proyectos de vida, ayuda a que los jóvenes puedan vivir de forma apacible toda la dimensión de la sexualidad sin limitarla a lo exclusivo genital para tener una experiencia de vida natural globalizada.

La sexualidad empieza con nosotros mismos, con nuestros pensamientos, con las palabras que nos dedicamos, con cómo nos sentimos como personas, si aceptamos nuestro cuerpo o nuestra condición sexuada.

 

Ayudar a nuestros hijos a descubrir los aspectos placenteros y positivos que de la sexualidad se obtiene, así como sus gustos, sus sueños de vida, ilusiones, preferencias y anhelos ayuda a que tomen responsabilidad poco a poco en sus elecciones.

Aprender a respetarse, escucharse y sentirse valorados en ese descubrimiento es fundamental para que también más tarde, aprendan a respetar, escuchar y amar a su compañero o compañera en el proceso.

Y esto solo se puede transmitir cuando nosotros lo hemos experimentado por nosotros mismos.

Nuestros hijos nos hablan de aquello que nosotros necesitamos resolver.

Dialogar permite que nuestros hijos elijan libremente y que vivan la sexualidad de manera natural y positiva tanto social como personalmente.

Tenemos que ayudar a desmitificar los tabúes de la sexualidad aceptando que es una expresión psicológica, espiritual, corporal, y social natural a la que tienen derecho dar expresión los niños, jóvenes, adultos y los ancianos.

Sólo si aceptamos abiertamente la existencia de la sexualidad en magnitud, repercusión y distintas formas de manifestación estaremos logrando una completa conciencia de su fuerza,  potencialidades y  consecuencias en nosotros mismos.

Si nosotros como padres vivimos como adultos emocionales sexualmente maduros podremos transmitir a nuestros hijos la responsabilidad de sus elecciones.

La sexualidad de nuestros hijos no nos pertenece por lo que tienen pleno derecho a acceder a ella sin sentimientos de culpa, angustia ni mentiras sino  en conciencia y responsabilidad.

Es importante a la hora de hablar de sexualidad incluir los valores, emociones y toma de decisiones que pudieran surgir en cada momento y etapa de desarrollo, evitando hacer una exposición complicada para ellos o fuera de sus expectativas.

Asegúrate de hablar del desarrollo y cambios corporales (menstruación, erección, polución…)  así como de la masturbación, preservativo, compresa, homosexualidad y prostitución tanto a tu hijo como a tu hija.

Todos estos temas están en los medios de comunicación y despiertan la curiosidad en tus hijos y son importantes para abordarlos en un ambiente de respeto y confianza.

Recuerda que si tu hijo aún está en edad preescolar también tiene sexualidad y necesita explorar su cuerpo y el de su compañero si tiene la oportunidad para satisfacer su curiosidad así como resguardarle, sin alarmas, ante cualquier abuso.

Ellos deben saber que es correcto decirle NO a un adulto si viven una situación de ese estilo.

Por ejemplo, se les puede explicar que hay personas adultas que no saben hacer amigos de su edad y que buscan niños a quienes pedirles que hagan cosas que no deben hacer como bajarse los pantalones o acariciarse los genitales mientras que ellos los observan.

Los padres debemos decir al niño que le quieremos mucho y que si alguien le pide que haga algo así, o que guarde un secreto acerca de eso, que nos lo diga de inmediato a  mamá o papá.

No esperes a que tu hijo sea un adolescente para hablarle acerca de la pubertad, recuerda que  la menstruación, los aumentos de pecho, las descargas nocturnas pueden aparecer antes de los 10 años.

Ayuda a tu hijo a que haga preguntas acerca de sus dudas o sus miedos, pero no le interrogues, no le rectifiques diciéndole que es muy joven para saber algo, puesto que si tiene capacidad de preguntar es que necesita conocer y entender.

Por otro lado, no seass exigente consigo mismo. Si no sabes algo, no dudes en decírselo a tu hijo y busquen juntos la respuesta bien en un libro , internet o acudiendo al médico, eso le dará a su hijo la confianza suficiente ante sus inquietudes.

Para terminar, recuerda que venimos al mundo sexuados.

No esperes a que tu hijo sea adolescente para hablar de algo que  es inherente a la vida, a nuestro desarrollo emocional, psicológico, espiritual social y personal.

 

Te dejo este audio de práctica de Mindfulness que es el primero de la serie de respiración para que vayas tomando práctica y sirva como conexión contigo misma.

 

Y ante todo, disfruta del viaje y si deseas hablar con mayor profundidad de este u otros temas con los que estés resonando, puedes pedir consulta en el +34 696772450

 

María del Amparo Hoyo Serrano

Psicóloga clínica

Instructora de Mindfulness

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *