Existen dos emociones básicas que facilitan entender qué disposición tenemos ante la vida.
El miedo y el amor serían, a base de termostato para nuestras emociones, la manera de guiarnos y entender cómo nos estamos situando ante cualquier situación que vivimos en la vida.
Hablamos del amor y es probable que te venga a la cabeza la relación con alguna persona, ya sea en relación a la pareja, los hijos o en sí cualquier otro ser querido a nuestro alrededor.
Si bien este es una parte importante del amor, hoy quiero hablar de un aspecto del AMOR que sin duda has experimentado en alguna ocasión.
Es muy probable que no hayas encontrado explicación o incluso, hayas dado carpetazo a la menor de cambio.
Seguramente podrás identificar, esas experiencias en las que te has sentido imbuida con la situación que estás experimentando, ya sea en un paseo, escuchando algo de música o simplemente estando contigo misma. Son esos estados naturalmente vividos que pasamos desapercibidos y en los que la plenitud sentida es inigualable, donde parece que ni siquiera pesas! (jajaja, es cierto, se produce una elevación… de consciencia)
Esas situaciones en las que parece que el tiempo no transcurre o que ha transcurrido a una velocidad tan fugaz que no sabes con seguridad si lo que has experimentado es o no es. (Se te van representando alguna de estas situaciones, ¿verdad?)
Son momentos en los que te involucras en la experiencia de ser en exclusividad.
Son experiencias de alto rendimiento para tu consciencia y el amor que eres.
Tenemos experiencia de la consciencia que somos cada vez que conectamos con algo que o aparentemente está fuera de nosotros, para vivir desde ese lugar en toda una dimensión cambiando la organización de lo que estamos viviendo desde nuestra perspectiva.
O bien si ya tienes experiencia y práctica, centrándote desde tu mismo interior ayudándote de tu imaginación.
Son experiencias fugaces pero precisas con una intensidad inconfundible y que con el ejercicio puedes hacerla más extensas.
Mientras tanto, si eres de las que deshojan las margaritas, posiblemente todavía temes encontrarte a tí misma en tus emociones.
Esquivas esta disyuntiva en la que o la llama se vuelve invisible ante el sol, o crees no sentir la fuerza del amor en tu vida, ya que sientes que todo lo que te sucede está fuera de tu alcance.
Esta semana te dejo este audio
Con él vas a ejercitar la atención de la mente que observa a la mente.
Vamos a ir acercándonos a los diversos estados en los que puede manifestarse nuestra mente y cómo afecta en nuestra percepción y experiencia de las cosas.
Gracias por tu tiempo
María del Amparo Hoyo Serrano
Psicóloga sanitaria
Instructora de Mindfulness